En la clase número 12 tuvimos que hacer una evaluación de almuerzos para niños de 3 años, donde la profesora nos mostró imágenes de alimentos considerados socialmente como sanos e insanos, los cuales debíamos evaluar en una escala de 1 a 7: (1) No sana / Inapropiada, (3) Minimamente sana / Ok para la edad, (5) Sana / Apropiada para la edad, (7) Muy sana / Promueve el desarrollo del niño/a.
Luego de haber mostrado las 10 imágenes y donde cada una hizo una evaluación bajo sus concepciones de comida sana o insana, tuvimos que comparar nuestros resultados con las compañeras donde pudimos apreciar que en muchas coincidíamos como en otras teníamos respuestas muy distintas.
A partir de dicha actividad, tuvimos que formar grupos donde tuvimos que hacer una definición grupal de lo que considerábamos como comida sana y comida apropiada para niños de 3 años. Con mi grupo definimos que comida sana para nosotras era libre de frituras, baja en sal y con vegetales incluidos. Luego de esto, tuvimos que crear nuestra propia escala de medición, y luego evaluar las mismas imágenes que se nos mostraron al principio.
¿Cuán diferente era el nivel de acuerdo entre la primera y segunda vuelta?
En la primera vuelta, tuvimos muchos resultados distintos, en cambio en la segunda vuelta pudimos observar que nos acercábamos más todas a los resultados y lo que considerábamos como comidas sanas y poco sanas para los niños.
¿Qué temas se sintieron más subjetivos o eran difíciles de acordar?
Qué cosas considerábamos sanas o insanas para un niño de 3 años, considerando que el niño debe tener una dieta rica en nutrientes, calorías y vitaminas. A un niño de 3 años no podemos tenerlo comiendo pura lechuga todos los días, sino que hay que generar un equilibrio en qué le daremos de comer. Y también cómo establecer nuestra escala de evaluación.
¿Cómo negociaron los temas más subjetivos?
Basándonos básicamente en cuál era nuestra concepción de comidas sanas, y llegamos a considerar tres puntos a favor que eran: Comidas con vegetales, libre de fritura y baja en sal. Otro punto fue en que el alimento no necesitara de utilización de elementos peligrosos como lo es un cuchillo o que también midiera la autonomía del niño, es decir, que no necesitara la ayuda de un adulto para poder comer. Fue a partir de aquellos indicadores que hicimos nuestra escala de evaluación y pudimos llegar a temas en común.
Considero que esta actividad nos ayudó mucho (o por lo menos a mí) a saber que el niño no es necesario restringirle ciertos alimentos, ya que son cosas que igual necesita. Que un niño de 3 años no come igual que un niño de 10 años, existen grandes diferencias en qué se considera sano para las distintas edades.
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